¿Cómo detectar la disfonía? Nuestro niño tiene disfonía cuando tiene una “afonía” crónica, es decir, suele hablar con una voz afónica o tiene afonía muy a menudo.
Lo más normal en el niño es que la disfonía esté causada por un mal uso y ABUSO vocal. En general, se trata de niños que tienden a hablar muy fuerte, que suelen gritar mucho y durante mucho tiempo y que hacen esfuerzo al hablar. Todo ello, favorece la aparición de la disfonía, que se percibe como esa voz ronca y persistente.
Normalmente, el niño continúa forzando su laringe, insistiendo en hablar y haciendo mayor esfuerzo para salvar sus dificultades; lo que a la larga, perpetúa o aumenta el problema.
La mejor opción es acudir al especialista e iniciar un tratamiento de reeducación de la voz para mejorar la calidad de la voz y prevenir que desarrollen lesiones asociadas como los nódulos.