Estamos hablando de niños que no hacen caso de lo que se les pide o de las normas que hay en casa, siempre parecen poner pegas y tiene el “no” por bandera. Pueden presentar rabietas frecuentes y más intensas de lo esperado para la edad o la situación. (Muchos niños de 2-3 años presentan rabietas como parte del desarrollo normal, pero a partir de esta edad deben ir remitiendo).
Este comportamiento puede afectar a la dinámica familiar, dificultando las rutinas como la hora del baño, de la comida/cena, de recoger, hacer los deberes, etc., pero también a las relaciones con los otros miembros de la familia.
Es importante valorar las circunstancias personales, familiares y del contexto que pueden estar afectando su comportamiento. Niños con altas capacidades, alta sensibilidad y problemas con el procesamiento sensorial, o que estén pasando por situaciones difíciles suelen tener un carácter más intenso y dificultades con la regulación emocional.
En Avalops os ayudamos a identificar los principales triggers, acompañar a vuestros hijos y mejorar las rutinas, mejorando la dinámica de toda la familia.